“Por muchos años, hemos estado orando para que Dios levante hombres y mujeres de Dios en puestos de liderazgo e influencia en nuestro país”, escribió David Murray, pastor y autor. “Sin embargo, desde la administración de George W. Bush, han habido pocas [y preciosas] respuestas a esta oración”. El escritor continúa y expresa su asombro: “¿Quién hubiera pensado que Donald Trump sería la respuesta para esta oración?”
El Presidente electo Donald Trump ha designado a nueve profesos cristianos para su gabinete en la Casa Blanca.
Entre la lista se encuentra el Vicepresidente electo Mike Pence, quien dijo: “Mi fe cristiana es el corazón de lo que soy” y “yo soy cristiano, conservador y republicano, en ese orden”. También se encuentran: Reince Priebus, Jefe de Gabinete; Jeff Sessions, Fiscal General; Dr. Ben Carson, Vivienda y Desarrollo Urbano; Betsy DeVos, Educación; Rex Tillerson, recientemente anunciado como Secretario de Estado; Scott Pruitt, Agencia de Protección Ambiental (EPA); Mike Pompeo, Agencia Central de Inteligencia (CIA) y Nikki Haley, embajador ante las Naciones Unidas.
Murray dijo que la expectativa que genera este liderazgo puede tomarse como un gigantesco paso que nos aleja de la “mayor cacería y persecución de cristianos que hubiésemos tenido que enfrentar si Hillary hubiese ganado”.
¿A dónde llevará esto? “Los dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren el domingo, y para ello apelarán al cohecho, a la persuasión o a la fuerza. La falta de autoridad divina se suplirá con ordenanzas abrumadoras. La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada. En el conflicto que está por estallar veremos el cumplimiento de las palabras del profeta: “Airóse el dragón contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra el residuo de su simiente, los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesús”. Apocalipsis 12:1. El Conflicto de los Siglos, pág. 650.