James Dobson, fundador de Enfoque a la Familia, dijo que un republicano (Trump) en la Casa Blanca podría restaurar algunas libertades religiosas que se nos han quitado a los cristianos durante los últimos años.
Dobson, quien es parte del Comité Asesor Ejecutivo Evangélico de Trump, dijo que una presidencia de Trump probablemente eliminaría las disposiciones de la enmienda Johnson, lo cual «tendría un gran impacto en Washington dando rienda suelta a los activistas cristianos para que luchen por sus creencias», dijo Dobson.
Dobson dijo que Trump parecía mostrarse favorable con respecto a sus preocupaciones como líder cristiano y que él condenaba la enmienda Johnson, la cual estableció límites a la actividad política y el discurso de los líderes de la iglesia. «Esa ley nos ha perjudicado hasta el día de hoy», dijo Dobson. «Trump justamente ha condenado la legislación que nos ha puesto un bozal a aquellos de nosotros que de otra manera estaríamos utilizando nuestra influencia para apoyar nuestras creencias. Él ha dicho que esta disposición es “injusta”, y se ha comprometido a cambiarla si es elegido».
Dobson también señaló que en los últimos años se ha producido un «creciente ataque» sobre los derechos y la libertad religiosa, incluyendo límites en la lectura de la Biblia, la oración y exposición de los Diez Mandamientos en las escuelas.
La eliminación de las disposiciones de la enmienda Johnson inherentemente daría a las iglesias más poder y aumentaría su tendencia a unirse con los partidos políticos. Cuando eso suceda, podría darse la persecución de los que no actúen de acuerdo con las opiniones de la mayoría de los cristianos.
También expresó su preocupación por la administración de Obama que ha pasado de utilizar el término «libertad de religión» a «libertad de culto», un movimiento estratégico que podría limitar lo que hacen los cristianos en la plaza pública.
«En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo. Y lo que da más significado a esta tendencia es la circunstancia de que el objeto principal que se tiene en vista es imponer la observancia del domingo, institución que vio la luz en Roma y que el papado proclama como signo de su autoridad. Es el espíritu del papado, es decir, el espíritu de conformidad con las costumbres mundanas, la mayor veneración por las tradiciones humanas que por los mandamientos de Dios, el que está penetrando en las iglesias protestantes e induciéndolas a hacer la misma obra de exaltación del domingo que el papado hizo antes que ellas”. El Conflicto de los Siglos, pág. 630.