El pasado 24 de marzo los 28 jefes de estado y los líderes de la Unión Europea, recurrieron al Papa para hablar sobre sus planes a fin de revivir el bloque fracturado política y económicamente. Ellos creen que el Pontífice les puede proporcionar el «liderazgo» que les falta para ayudar a resolver las debilitantes crisis que están desgarrando al bloque de naciones.
Un funcionario del think tank (grupo de estrategas) pro-UE dijo que, con Barack Obama fuera de la Casa Blanca, el jefe de la Iglesia Católica era la «única autoridad moral» que los políticos europeos podían seguir ahora. Ellos buscan «la intervención divina» a través del Papa para abordar los problemas crecientes del bloque. Los líderes de la UE discutieron sus planes con el Papa Francisco en Roma antes de celebrar su propio debate para determinar cuál «camino» seguir.
Mientras tanto, Jean-Claude Juncker, jefe de la Comisión Europea, presentó un documento histórico en el cual se exponen cinco «caminos hacia la unidad» para el futuro del proyecto, en un intento desesperado para cambiar su fortuna. Fuentes de la UE dijeron que el documento sería un «certificado de nacimiento para la UE a los 27 años» y marcaría el primer gran intento de Bruselas para hacer una reforma sin contar con Gran Bretaña como actor clave.
Joseph Muscat, Primer Ministro de Malta, quien ocupa actualmente la presidencia rotativa de la UE, planteó la posibilidad de consultar al Papa sobre el camino a seguir. Dijo a los delegados en una conferencia en Valetta que el Pontífice podría «ejercer un liderazgo que los políticos carecen» mientras el bloque enfrenta crisis tan variadas como la migración, el terrorismo, la inestabilidad económica y el Brexit.
Agregó: «Creo que [el Papa Francisco] es el máximo líder mundial que dadas las circunstancias tiene las habilidades y la visión para decir cosas que trascienden lo obvio y las banalidades que todos decimos en la política».
“Y todo el mundo se maravilló en pos de…” Apocalipsis 13:3.