Reiner Hoffmann, presidente de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB, por su sigla en alemán), se ha expresado a favor del descanso dominical. Además expresó que el DGB está «muy cerca de las iglesias». El domingo debe ser un día de descanso laboral, excepto donde esto no pueda ser posible como en las áreas relacionadas a la atención médica o la seguridad interna.
Según Hoffmann, los empleados necesitan fases de descanso. «No es accidental que llevemos años observando un aumento del absentismo debido a enfermedades mentales, a menudo causadas por la sobrecarga de trabajo», dijo el jefe de la DGB. Por lo tanto, no tiene sentido hablar de una semana laboral de siete días.
Al mismo tiempo, está claro que los empleados con bajos ingresos quieren poder ganar unos euros más trabajando el día domingo, subrayó Hoffmann. Esta contradicción tendría que ser evitada por las directivas de las empresas. «Pero la respuesta sólo puede ser que el sector de salarios bajos debe [desaparecer]», dijo el presidente de DGB.
Las leyes de descanso dominical son un preludio a las leyes de adoración dominical. La prueba final tendrá que ver con el día de adoración. La Unión Europea es un intento de resucitar al Sacro Imperio Romano. No es ninguna sorpresa entonces, que los principales líderes europeos, incluidos los líderes de los sindicatos, ejerzan presión para que se descanse el domingo.
«La prueba vendrá seguramente. Hace treinta y seis años me fue mostrado que lo que está sucediendo ahora sucedería, que la observancia de una institución del papado sería impuesta al pueblo por una ley dominical, mientras que el día de reposo santificado por Jehová sería pisoteado”. Testimonios para la Iglesia, vol. 5, página 128.
Artículo original traducido del alemán…
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