La ciudad de Dallas está forzando el cierre de una congregación judía de 25 miembros que se ha estado reuniendo durante varios años en una residencia suburbana. No hay impedimento legal para eso: la zonificación específicamente permite el uso religioso de las propiedades. Pero la ciudad se está negando a aprobar la disposición del estacionamiento para las dos docenas de asistentes.
«Los funcionarios de la ciudad no han hecho cumplir las leyes que protegen a esta pequeña congregación de las reglas irrazonables», dijo Chelsey Younman, abogada del First Liberty Institute, que está trabajando en la causa de la Congregación Toras Jaim. «Dallas es una ciudad diversa que debería dar la bienvenida a esta pequeña congregación judía y proteger su capacidad de funcionar». First Liberty llevó la causa a los tribunales después que la Junta de Ajustes de la ciudad negara una variante de estacionamiento para el grupo.
Los miembros, aunque viajan a otros eventos durante la semana, ni siquiera conducen sus autos el [sábado], lo que significa que si el sitio local se cierra, es probable que la congregación se cierre». También significa que el estacionamiento es un punto discutible en la residencia que usan como lugar de reunión, y sugiere que hay algo más que está motivando a la ciudad a cerrar la congregación por un tecnicismo.
«La congregación se ha estado reuniendo en una casa de familia al norte de Dallas desde 2013, al igual que otros que se reúnen en sus casas para estudiar la Biblia, grupos pequeños, juegos y demás. A pedido de la ciudad y en un esfuerzo por cumplir con todos los requisitos, la Congregación Toras Jaim solicitó una variación de estacionamiento. Eso, explicó First Liberty, permitiría a la CTJ a continuar reuniéndose en esa casa de familia.
«Pero ahora, la Junta de Ajuste de Dallas rechazó la solicitud de variación de estacionamiento de CTJ, negando a la congregación sus derechos básicos de libertad religiosa», dijo First Liberty. First Liberty está en el tribunal argumentando que la decisión impone restricciones innecesariamente gravosas a la congregación, y aún más que eso.
«‘La CTJ cooperó con la ciudad en todo momento para encontrar una solución que le permitiera continuar adorando en este lugar’, dijo Chad Walker, socio de Winston & Strawn. «Ahora la CTJ está pidiendo a los tribunales que apliquen la ley a la ciudad de Dallas para proteger a esta pequeña congregación».
«‘Solo queremos hacer lo correcto para todos. La ciudad de Dallas no nos ha dejado otra opción. Espero que los tribunales protejan nuestro derecho a adorar a Dios como lo proscribe nuestra fe en la ubicación actual», dijo el rabino Yaakov Rich en una declaración preparada.
«La contienda, que comenzó hace varios años cuando la ciudad exigió un nuevo certificado de ocupación para el edificio, y entonces ya había quejas sobre problemas de accesibilidad para discapacitados, problemas con el código de incendios, problemas con el código de construcción y el estacionamiento. Originalmente, para 25 miembros, la ciudad requería 27 espacios de estacionamiento. Luego se redujo a 12, y la congregación obtuvo permiso de una escuela cercana para usar algunos de ese lugar. Sin embargo, la decisión de la ciudad de rechazar un plan de estacionamiento no proporcionó «ninguna razón, simplemente dijo que su decisión era negativa por la mención de los tres factores en cuestión…»
«La decisión, explica la denuncia, ‘viola la Ley de Uso de Suelo Religioso e Individuos Institucionalizados, así como una ley estatal relacionada’.
«‘Esas limitaciones también significan que CTJ no puede aumentar su membresía más allá de las personas que viven [en] el vecindario que desean asistir. También significa que el lugar de reunión no puede moverse fuera del área inmediata «, dijo la presentación. ‘Negar el [permiso de estacionamiento] obligaría a docenas de miembros a vender sus casas y a mudarse a un vecindario completamente diferente’.
«La demanda busca una audiencia sobre la negativa a permitir el estacionamiento y una orden judicial permanente para detener la ejecución de esta decisión».
Estos problemas son leves en comparación con lo que los observadores del sábado han experimentado en el pasado, y lo que experimentarán en el futuro. ¿Será así como algún día serán tratados todos los que guardan el sábado?
“Al paso que el movimiento en favor de la imposición del domingo se vuelva más audaz y decidido, la ley será invocada contra los que observan los mandamientos. Se los amenazará con multas y encarcelamientos; a algunos se les ofrecerán puestos de influencia y otras ventajas para inducirlos a que renuncien a su fe. Pero su respuesta constante será la misma que la de Lutero en semejante trance: «Pruébesenos nuestro error por la Palabra de Dios.» El Conflicto de los Siglos pág. 665.