Mientras que el gobierno de Obama expande las relaciones entre EE.UU. y Cuba, eliminando las restricciones en viajes, exportaciones y finanzas, también ha expresado su preocupación por el pésimo historial de derechos humanos que tiene La Habana. Aunque el gobierno cubano continúa con las reformas económicas, el partido comunista todavía tiene un dominio absoluto del gobierno y mantiene su ataque contra los cristianos cubanos utilizando tácticas que se remontan a los primeros días del régimen.
El nuevo informe de Christian Solidarity Worldwide (CSW) advirtió sobre las enérgicas medidas sin precedentes aplicadas a iglesias de cualquier denominación y el «avivamiento en el aumento de violaciones reportadas contra la libertad religiosa o de creencias». En el 2011 hubo 40 violaciones a la libertad religiosa; en 2014 hubo 220; pero en el 2015 hubo 2.300.
A pesar de la buena acogida que tuvo el Papa Francisco, los Castro nunca han sido amigos de la fe. «El gobierno ha acosado a líderes religiosos y a sus seguidores. Los informes incluyen golpizas, amenazas, detenciones y restricciones para viajar. Los líderes religiosos informaron que el gobierno endureció los controles sobre los recursos financieros», dijo el Departamento de Estado de EE.UU.
«Graves violaciones a la libertad religiosa continúan en Cuba, a pesar de las mejoras para los grupos religiosos aprobados por el gobierno», dijo la Comisión de EE.UU. sobre Libertad Religiosa Internacional.
El aumento dramático de la persecución el año pasado «se debió en gran parte a que el gobierno declaró como ilegales a 2000 iglesias Asambleas de Dios (AoG), ordenando el cierre o demolición de 100 de ellas en tres provincias, y expropiando a un número de otras denominaciones, entre las cuales se encuentran Metodistas y Bautistas». Además, varias iglesias fueron despojadas de su registro oficial, incluyendo algunas Bautistas y Testigos de Jehová, haciendo que queden en la ilegalidad.
CSW señaló que «grupos religiosos de todo tipo han informado diversos grados de hostilidad por parte del gobierno.» El régimen se ha dirigido cada vez más hacia los líderes de la iglesia y sus congregaciones. Por primera vez en años encarcelando a uno de los primeros y deteniendo a muchos de estos últimos. A principios de enero, dos iglesias fueron destruidas, arrestaron a sus miembros fueron arrestados e incomunicaron a tres líderes de la iglesia. En algunos casos las casas de los pastores fueron rodeadas, las carreteras cercanas fueron bloqueadas, los teléfonos celulares fueron desbaratados, e incluso detuvieron a los niños.
Una de las prácticas más odiosas del gobierno es amenazar a las iglesias con su cierre si «no cumplen con las exigencias de expulsar y rechazar a individuos específicos». La falta de colaboración a menudo resulta en una vigilancia constante, presión sobre los miembros de la congregación para que presenten quejas contra los líderes de la iglesia, y enfoques hacia los líderes de la denominación.
Los Castro han gobernado Cuba por más de medio siglo. Obviamente, ellos aún temen perder el control. Desean cambios económicos pero no una reforma social.
La persecución contra el verdadero pueblo de Dios es una característica clave de los últimos días por cuanto «todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución». 2ª Timoteo 3:12. Tengan en cuenta las tácticas utilizadas para reprimir la expresión religiosa. Para obtener más información, véase el artículo original.