Faithwire, por Will Maule: Con los chinos obligados a dedicar enormes recursos para contener la propagación de COVID-19; se podría pensar que el gobierno comunista podría dejar de perseguir temporalmente a la comunidad cristiana de la nación, que se encuentra en una situación muy difícil.
Lamentablemente no.
En cambio, el cierre de iglesias para detener las infecciones de coronavirus ha presentado al estado una oportunidad clave para saquear santuarios y despojar a los centros de culto de su simbolismo cristiano.
La evidencia es impactante. El 13 de marzo y con los residentes en auto-aislamiento, una iglesia en el condado de Guoyang, provincia de Anhui, tuvo su cruz retirada a plena luz del día. Un video del incidente mostró una grúa sacando una gran cruz roja de las instalaciones de la iglesia.
Aunque la iglesia suele tener unas 40 personas que asisten al servicio dominical, las autoridades, según se informa, aprovecharon el cierre nacional dirigiéndose a la iglesia y quitando la cruz mientras estaba vacía.
La persecución ordenada por el estado no ha terminado ahí. A principios de esta semana, Bob Fu de China Aid compartió imágenes impactantes de una iglesia en la ciudad de Yixing, Jiangsu, siendo arrasada. «La persecución religiosa continúa incluso en medio del virus #Wuhan», escribió.
Según International Christian Concern, la mayoría de las iglesias del país -subterráneas o aprobadas por el estado- se han estado reuniendo en línea desde que comenzó el cierre. Sin embargo, existe la preocupación de que el gobierno ponga en marcha una brutal represión de estas reuniones virtuales tan pronto como la respuesta del virus empiece a calmarse.
Hasta la fecha, China ha registrado casi 81.000 casos confirmados de la enfermedad COVID-19, con 3.200 muertes. La enfermedad, que tuvo su origen en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, ha causado casi 10.000 muertes en todo el mundo.
Nuestro Comentario:
Tal vez no pase mucho tiempo antes de que la persecución contra el pueblo de Dios en los Estados Unidos y otros países occidentales comience de nuevo. Mientras tanto, debemos examinar nuestros corazones y preguntarnos si realmente estamos siguiendo a Cristo como deberíamos.
Conexión Profética:
“El apóstol Pablo declara que «todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.» (2 Timoteo 3: 12.) ¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en nuestros días? El único motivo es que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe cristiana en los días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la Palabra de Dios son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la fe y el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la persecución volverá a encenderse.” El Conflicto de los Siglos, pág. 52.