Los líderes políticos australianos, incluido el Primer Ministro Malcolm Turnbull, han salido en apoyo de una campaña por el matrimonio homosexual. Más de 20.000 personas se reunieron en Sydney para hacer campaña antes de un voto postal no vinculante sobre el cambio de la ley matrimonial de Australia. El señor Turnbull hizo una aparición sorpresiva y un discurso en el lanzamiento de la campaña por el Sí en Nueva Gales del Sur. Luego el líder de la oposición, Bill Shorten, se dirigió a la multitud en la manifestación principal.
El 12 de septiembre será enviado el voto no vinculante para evaluar el apoyo a la modificación de la Ley del matrimonio de Australia y se esperan los resultados para el mes de noviembre. La encuesta no tiene el poder de legalizar el matrimonio entre las personas del mismo sexo pero podría guiar el voto en el parlamento si la mayoría de los australianos apoyan el cambio.
El plebiscito postal ha sido criticado por los opositores como un retraso innecesario en la resolución del debate, el cual dicen que podría ser resuelto inmediatamente en el parlamento. Con anterioridad, el Primer Ministro había expresado su intención personal de votar a favor del matrimonio homosexual pero nunca antes había hecho campaña pública hasta el discurso sorpresa del domingo.
«A lo largo de mi vida pública, he procurado asegurar que las parejas del mismo sexo no sean discriminadas y se les respeten sus derechos, ya sea en lo que respecta a beneficios médicos, impuestos, jubilación o empleo, los cuales no deben ser diferentes a los que se ofrecen a las parejas heterosexuales. ¿Por qué entonces no extender ese mismo derecho en el matrimonio?
El señor Turnbull señaló que el matrimonio homosexual ya ha sido legalizado en otros 23 países. «En cualquiera de esas naciones, ¿ha caído el cielo? ¿Se ha detenido la vida tal como la conocemos? ¿Se ha socavado el matrimonio tradicional que conocemos? La respuesta es no», dijo.
Mientras tanto, el señor Shorten, quien es el líder del Partido Laborista de Australia, dijo a los activistas que anticipaba el triunfo del voto por el Sí en la encuesta postal. «Tenemos una última montaña que escalar antes de hacer realidad la igualdad en el matrimonio. Vamos a subirla juntos, hoy», expresó.
El partido de Shorten se ha opuesto al plebiscito lanzado por el gobierno de Turnbull, criticando su costo de $ 122 millones de dólares australianos (£75 millones de euros; $97 millones de dólares estadounidenses), su naturaleza no vinculante, y argumentando que podría ser un impulso para campañas llenas de odio. El Tribunal Supremo de Australia rechazó la semana pasada dos objeciones independientes a la encuesta manifestadas por los defensores del matrimonio homosexual.
Es probable que pronto Australia legalice el matrimonio homosexual.
«Asímismo como sucedió en los días de Lot…» Lucas 17:28.