Sylvia Allen, senadora Republicana para el Estado de Arizona, hizo un comentario sobre la necesidad de permitir la portación de armas a sus titulares en edificios públicos. Aparentemente, ella piensa que esta nueva ley sería necesaria dado el fracaso de lograr que todos los estadounidenses asistan a la iglesia los domingos.
Mencionando la existencia de una «horrible erosión en el alma de Estados Unidos», Allen agregó: «Lentamente, estamos erosionando la religión en cada oportunidad que tenemos… Probablemente deberíamos estar debatiendo un proyecto de ley que obligue a todos los estadounidenses a que asistan a una iglesia de su elección el domingo a ver si podemos volver a tener un renacimiento moral».
Allen reconoció haber hecho un «comentario sin pensar». Dijo que deseaba que el país pudiera volver a la década de 1950 cuando las «personas oraban; iban a la iglesia… Recuerdo que las tiendas estaban cerradas los domingos… Lo más terrible es que hemos expulsado la religión de nuestros lugares públicos, fuera de nuestras escuelas».
Aunque Allen, practicante de la religión mormona, afirma que el debate sobre una ley dominical «nunca sería permitido e incluso ni siquiera deberíamos estar hablando sobre eso», sus comentarios ponen de relieve un deseo latente, y tal vez el anhelo de algunos, de establecer leyes que obliguen a participar de la adoración religiosa.
En parte, Allen tiene razón al expresar que la fibra moral de los Estados Unidos está relacionada con el compromiso espiritual de su gente y que mucho de ella se ha perdido desde los años 1950. Sin embargo, hacer una ley para garantizar la asistencia a la iglesia no va a corregir ese problema. Las leyes que imponen la adoración religiosa hacen que la religión sea legal pero no espiritual. Las «palabrerías» de ideales religiosos para cumplir con una ley coercitiva nunca traerá una reforma moral. En cambio, dichas leyes resucitarán las persecuciones de la Edad Media.
Noten que los comentarios de Allen no sugirieron una ley de adoración aplicable solo para su estado de Arizona, sino para todos los estadounidenses.
Aunque actualmente, la idea de crear una ley para que la gente asista a la iglesia pareciera bastante impopular en los Estados Unidos, sin mencionar que sería inconstitucional, luego que sucedan algunos graves desastres y otras crisis, ésta podría colocarse rápidamente a la vanguardia. Y cuando se dé…
«Sin embargo, esa misma clase de gente (maestros religiosos) asegura que la corrupción que se va generalizando más y más, debe achacarse en gran parte a la violación del así llamado ‘día del Señor’ (domingo), y que si se hiciese obligatoria la observancia de este día, mejoraría en gran manera la moralidad social. Esto se sostiene especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica, donde la doctrina del verdadero día de reposo, o sea el sábado, se ha predicado con más amplitud que en ninguna otra parte”. El Conflicto de los Siglos, página 644.
«Para obtener popularidad y apoyo, los legisladores cederán a la demanda de una ley dominical». Testimonios para la Iglesia, Vol. 5, página 426.
Source Reference
- Sylvia Allen [4]