Reclaim the Net, por Dan Frieth: El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito dictaminó el viernes que algunos funcionarios de la administración del Presidente Joe Biden se extralimitaron al presionar a las plataformas de medios sociales para que limitaran determinados contenidos. El tribunal afirmó que la Casa Blanca, el Cirujano General, el CDC y el FBI probablemente infringieron la Primera Enmienda al instar o influir significativamente en las decisiones de las empresas de medios sociales para que censuraran contenidos.
Sin embargo, el tribunal delimitó su posición, señalando discrepancias con una decisión anterior de un tribunal inferior. No estuvo de acuerdo con la sentencia anterior del tribunal de distrito de que los funcionarios del NIAID, la CISA y el Departamento de Estado habían violado potencialmente la Primera Enmienda.
La medida cautelar más amplia dictada originalmente por el juez del distrito de Luisiana Terry A. Doughty en el caso Missouri contra Biden pretendía impedir que el gobierno de Biden presionara a las plataformas de medios sociales para que censuraran. Esta medida cautelar se basaba en la creencia de que estas acciones suprimían la expresión protegida.
En vísperas de las elecciones de 2020, las interacciones del FBI con los gigantes tecnológicos fueron objeto de un intenso escrutinio. El tribunal acordó que su colaboración no se limitaba únicamente a hacer frente a las amenazas extranjeras y que el FBI amplió su alcance para abarcar el contenido que surgía dentro de las fronteras estadounidenses.
Los jueces escribieron que la Administración Biden probablemente «coaccionó a las plataformas para que tomaran sus decisiones de moderación mediante mensajes intimidatorios y amenazas de consecuencias adversas», y también concluyeron que la Casa Blanca «alentó significativamente las decisiones de las plataformas comandando sus procesos de toma de decisiones, ambos en violación de la Primera Enmienda».
De las diez disposiciones establecidas en el requerimiento original, el tribunal decidió mantener la sexta. Esta disposición prohíbe a los funcionarios ejercer una influencia indebida sobre las empresas para que retiren contenidos. La redacción de esta disposición se revisó para garantizar la claridad y evitar interpretaciones erróneas. Subraya que los funcionarios públicos no deben presionar a las plataformas de medios sociales para que censuren la libertad de expresión protegida, ni siquiera de manera indirecta.
Al explicar la decisión, el tribunal señaló: «En virtud del requerimiento modificado, los demandados requeridos no pueden coaccionar o alentar de manera significativa las decisiones de moderación de contenidos de una plataforma». Cualquier sugerencia de consecuencias adversas, incluso si no se comunica directamente o no se realiza, que pueda ser percibida como de naturaleza punitiva por una persona razonable, entra dentro de esta prohibición.
Aunque el fallo supuso un gran avance, el tribunal de apelaciones también aceptó la petición de la administración Biden de suspender la aplicación de la orden judicial durante diez días, lo que les daría tiempo para dirigirse al Tribunal Supremo.
«En una decisión histórica y sin precedentes, el Quinto Circuito ha reconocido que la conducta de la Casa Blanca, los CDC, el Cirujano General y el FBI violaba los derechos de la Primera Enmienda de los estadounidenses. El gobierno no puede coaccionar o alentar a las empresas de medios sociales a censurar opiniones que no le gustan. Esta decisión reivindica los derechos de los demandantes y protege la libertad de expresión de todos los estadounidenses», declaró Jenin Younes, asesor jurídico de la NCLA para Reclaim The Net. La NCLA representó en la demanda a sus clientes, víctimas de la censura, los doctores Jayanta Bhattacharya, Martin Kulldorff y Aaron Kheriaty, y a la señora Jill Hines. «La campaña de censura coordinada de la Administración Biden contra el pueblo estadounidense termina hoy. La decisión del Quinto Circuito detalla una conducta manifiestamente ilegal por parte de múltiples agencias, y su orden prohíbe en términos inequívocos que continúe el desprecio generalizado del Gobierno por la Primera Enmienda», declaró Mark Chenoweth, Presidente y Consejero General de NCLA.
Nuestro comentario:
Cuando el discurso religioso no goce de favor, ¿llegará la censura de las redes sociales a imponer restricciones más amplias a la libertad religiosa?
Conexión Profética:
“Satanás sigue valiéndose de todos los medios de que dispone para destruir la libertad religiosa. El mismo poder anticristiano que rechazaron los protestantes de Spira procura ahora, con redoblado esfuerzo, restablecer su perdida supremacía. La misma adhesión incondicional a la Palabra de Dios que se manifestó en los días tan críticos de la Reforma del siglo XVI, es la única esperanza de una reforma en nuestros días.” El Conflicto de los Siglos, pág. 218.