ABC News, por Dean Bilton y Simon Smale: A los australianos que intenten volver a casa se les pedirá que se dirijan a los centros de viaje de Hong Kong, Los Ángeles, Londres y Auckland en el marco de un plan de repatriación que está desarrollando el gobierno.
Los cuatro centros se decidieron después de conversaciones con Qantas y Virgin y se eligieron éstos porque son los puntos de acceso más fáciles para el mayor número de australianos varados.
El gobierno aún está en conversaciones con las aerolíneas sobre los vuelos de misericordia a lugares menos accesibles, como en Sudamérica y el Pacífico.
El Viceprimer Ministro y Ministro de Infraestructura, Transporte y Desarrollo Regional, Michael McCormack, dijo que estos lugares se eligieron porque proporcionan accesibilidad al mayor número posible de australianos en el extranjero.
«Se trata de que los australianos regresen a casa lo antes posible», dijo el Sr. McCormack.
«Estos vuelos también proporcionarán la tan necesaria capacidad de carga a los exportadores e importadores australianos a estos destinos.»
La Ministra de Asuntos Exteriores Marise Payne dijo que el mensaje a los australianos en el extranjero es claro: No deben dudar si tienen la oportunidad de tomar vuelos comerciales a casa.
«Muchos australianos podrán llegar a uno de estos cuatro destinos. Pueden hacerlo sabiendo que habrá una aerolínea australiana para llevarlos a casa», dijo la Sra. Payne.
«Reconocemos que en algunos casos, esto no será posible. Seguiremos trabajando estrechamente con las líneas aéreas y nuestra red de asistencia consular en el extranjero en estas situaciones.»
Un portavoz de Virgin dijo a la ABC: «Como uno de los principales transportistas australianos, nos complace apoyar al Gobierno para que los australianos regresen a casa y mantengan importantes enlaces de carga en el país.»
Nuestro comentario:
Este es sólo otro de los efectos de esta pestilencia.
Conexión Profética:
“Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales.” El Conflicto de los Siglos, pág. 647.