El Festival Mekudeshet 2016 podría muy bien ser llamado el predecesor de la religión mundial. Cristianos, Judíos y Musulmanes están acudiendo a la Ciudad Santa para una «reunión espiritual» llamada “Amén, una casa de oración para todos los creyentes”.
El objetivo del evento es crear «un casa común para las tres religiones, las más importantes del mundo y así aprovechar los antiguos poderes de la ciudad para inspirar a los artistas, músicos y figuras culturales de todo el mundo para redefinir su arte y tradiciones, permitiéndoles conectarse en medio de tiempos difíciles».
«Veremos si es posible crear una nueva realidad a pesar de todas las dificultades y tangibles obstáculos terrenales”, dice el director artístico, Mekudeshet Itay Mautner.
Aunque debemos buscar oportunidades para amar a las personas de todas las creencias, eventos como «Amén» normalmente se convierten en oportunidades para ceder nuestros principios en nombre de la unidad… Amén parece ser nada más que un intento de redefinir la religión.
«Muchos piensan y sienten de manera diferente; buscan a Dios o le conocen de diferentes maneras», dijo el Papa Francisco cuando le hablaba a un público similar recientemente. «En esta multitud, en esta gama de religiones, sólo hay una realidad y es que todos somos hijos de Dios».
La Biblia enseña que sólo hay un camino para llegar al Padre: por medio de Jesucristo. Sugerir cualquier otra cosa, es provocar confusión y engaño.
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí». Juan 14: 6.
«Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo». Apocalipsis 13:8.